DestacadasNoticiasOtrosQatar 2022

LO QUE VIVÍ EN AL JANOUB STADIUM

ENTRELINEAS EN LA COPA DEL MUNDO FIFA QATAR 2022 – Yalis Fontes desde Doha

A mi modesto entender, los dos goles de De Arrascaeta le marcan demasiado el error al entrenador, pero con el paso de las horas, ya vendrán los análisis, de entendidos y de los otros, que después de todo también hacen parte del fútbol, de la eliminación de Uruguay.

En la sala de Prensa del estadio, la amargura por lo perdido, no me impide ver que fue producto ,consecuencia, de lo planteado en los dos primeros partidos, por la falta de audacia del entrenador, por la conformación del plantel, por el planteo táctico, posicionamiento de jugadores y otros «items», más allá de los penales y los palos.

Pero hoy quiero contarles lo que viví en esos momentos finales del partido, momentos dramáticos y desesperantes a varios escenarios,en un lugar privilegiado del refrigerado Estadio Al Janoub.

Apretado de nervios por la inminencia del desenlace, en mi monitor veo a Suarez angustiado en el banco porque el tiempo de la selección se iba, al igual que el suyo con la celeste porque el 2-0 quedaba corto, luego levanto la vista y allá abajo está Alonso enviando, tardíamente, a sus tropas hacia el frente , y a metros los jugadores en cancha arremetiendo como pueden,obligando a revolcarse en estiradas al arquero africano.

Corro otra vez la mirada, y en un monitor de un colega ubicado debajo, aparecen las imágenes de coreanos, en cancha abrazados y en ronda, con otro desespero , esperando el final, y por esa misma pantalla, aparecen de golpe sus hinchas en las tribunas ,con sus Samsung última generación anunciantes del mundial, expectantes, palpitando el desenlace.

Se me pasa por la cabeza, por un instante, lo que viven todos allá Uruguay, pero de pronto escucho el relato , en tono de vozarrón de Goñi, detrás de mi, relatando los últimos segundos de Uruguay en la Copa.

Secuencia clara ,como pocas veces, de que el tiempo es más que nunca relativo: para unos orientales vuela y para otros está anclado.

Son instantes eternos, y el colega del monitor de abajo los graba en su teléfono, sin saber que también yo lo grababa, incluyendolo.

De golpe veo en su monitor una botella que estalla en el aire a modo de festejo, salida de la ronda de los coreanos, y caigo en la cuenta que acá terminó el partido y la historia celeste en Qatar se esfuma.

Todo eso en menos de un minuto.

El fútbol, la vida misma.